Cuando llega el verano y el buen tiempo sabemos que aparcar el coche al sol va a ser inevitable. Si vamos a la playa es casi imposible conseguir un hueco a la sombra o que, al menos, no le esté dando el sol todo el día. Ya que sabemos que esto va a ser un hecho, te damos algunos consejos para sufrir el calor lo menos posible.
Ten en cuenta los horarios.
Aunque no encontremos un lugar a la sombra de entrada, podemos tener en cuenta que hay sitios que, si bien cuando llegamos estamos expuestos al sol, en unas horas el coche quedará a la sombra. ¡Aprovechemos estos lugares!
Usa el parasol
¿Cuántos de nosotros nos acordamos del parasol cuando volvemos al coche y parece un horno? El parasol disminuirá la temperatura del salpicadero, el volante y el interior del coche en general. Estamos hablando de una diferencia de unos 11º. De hecho, poner el parasol siempre que aparquemos fuera es un hábito que debemos coger.
Protege la pintura del coche
Lavar el coche de forma regular y si es posible con alguna cera que proteja de los rayos ultravioletas. Las partes de cuero y vinilo interior requieren también una limpieza especial para que no envejezcan antes de tiempo. Cuando compramos un coche debemos tener en cuenta que la pintura negra absorbe calor hasta alcanzar 20º más que la pintura blanca.
Olvídate de las ventanas abiertas
Dejar las ventanas un poco abiertas no es suficiente para mantener el interior del vehículo fresco, solo se genera una diferencia de temperatura de 2º respecto a dejar las ventanillas cerradas.
Airear el interior
Si tenemos que aparcar el coche al sol durante mucho tiempo, debemos esperar unos minutos antes de iniciar la marcha. Dejar un rato todas las puertas abiertas evitará las altas temperaturas durante el viaje.
Asegúrate de tener el sistema de refrigeración a punto
Si el aire no funciona correctamente, las altas temperaturas hará que el motor se recaliente más fácilmente y aumentará el riesgo de averías.