Seguimos con los recuerdos. ¿Quién no recuerda alguna escena de película en la que el coche se queda sin frenos? En la pantalla nos parece alucinante pero en la vida real no nos sentaría nada bien que nos pasase.
Como no somos superhéroes ni tenemos 7 vidas como los gatos, te mostramos unos consejos para estar seguros de que nuestros frenos no nos van a abandonar en el peor momento posible.
Consejos para un buen mantenimiento de los frenos
- Primero que nada, debemos ser conscientes de nuestra forma de conducir y el terreno donde lo hacemos habitualmente. Si somos conductores que realizamos trayectos montañosos, llevamos el coche a plena carga, o solemos abusar del freno, debemos revisarlos con más frecuencia.
- Utilizando el cambio de marchas, o lo que también se llama “freno motor” para reducir la velocidad, evitaremos el calentamiento de los frenos y logramos mantener el sistema de frenos durante más tiempo.
- Prestemos siempre atención al pedal de freno, ya que puede indicar que existe algún problema. Es recomendable controlar si el pedal se hunde al frenar, o si está muy duro y necesitamos pisar fuertemente para que frene, ya que esto puede indicar que algo falla o que existe un desgaste de las pastillas de frenos.
Si notamos alguna anomalía, debemos acudir a taller ya que hay un problema en las pastillas, el disco o incluso puede haber un mal equilibrado de los neumáticos. Antes de que nos veamos en un apuro, “pongámosle freno al asunto”.
En conclusión, debemos ser conscientes de que si conducimos con unos frenos desgastados o en mal estado, la distancia de frenado aumenta y tendremos más posibilidades de sufrir un accidente. En nuestra mano está evitarlo.