Parece que este fin de semana tendremos lluvias intensas en toda Canarias. Ya tienes el paraguas y la chaqueta a mano ¿verdad?, ¿pero… y tu coche? ¿Está preparado? A continuación te vamos a dar unos cuantos consejos a tener en cuenta antes de salir de casa.
Luces del coche
Antes de nada conviene que revises las luces de tu coche, ya que mejora la visibilidad y ayudan a reducir el riesgo de accidentes. La baja iluminación y las condiciones climatológicas adversas influyen en la accidentalidad en carretera y en zona urbana. Y es que, aunque no sea de noche, es fundamental ser vistos con antelación por el resto de conductores. Más si cabe en los días de lluvia, donde se produce un reflejo del haz de luces sobre la carretera. Esto facilita aún más la visión del resto de vehículos.
Cuando las condiciones empeoran a causa de una lluvia intensa y de la aparición de niebla, entonces, se han de encender las luces antiniebla.
Limpiaparabrisas
Algo que también conviene revisar con mal tiempo es el buen estado de los limpiaparabrisas. Procura mantenerlo limpio, revisando el nivel del líquido y comprobando el estado de las escobillas (deben ser sustituidas una vez al año).
Sistema de ventilación
También es importante reducir el vaho interior que se forma con el frío y la humedad. Para ello, nada mejor que utilizar el aire acondicionado, dirigiendo la ventilación hacia el parabrisas, conectando los sistemas antivaho o abriendo un poco la ventanilla (con el fin de igualar la temperatura interior y exterior). Importante: si te encuentras parado en un atasco o dentro de un túnel lo mejor para no inhalar los gases tóxicos es que subas las ventanillas y pongas el aire en modo recirculación.
Neumáticos
Es fundamental circular con unos neumáticos en perfecto estado, con una presión correcta y una profundidad del dibujo por encima de 1,6 mm.
Marcas de carretera
El agarre de la pintura de los límites del carril y de otras marcas de carretera es menos que el del asfalto y resbala. También se ha de prestar especial atención a los pasos de cebra, ya que se puede llegar a perder el control del vehículo. Frena antes de situarte encima de ellos. Otro truco para evitar accidentes es seguir las huellas del vehículo de delante: te ayudará a fijar los neumáticos al pavimento.
Una vez que tienes el coche a punto, es importante que con las primeras gotas también debemos estar alerta con el firme de la carretera. El motivo principal es que el asfalto mojado no es adherente al neumático tal y como nos gustaría y se pueden vivir episodios de aquaplanning. Es decir, una capa de agua entre el neumático y el firme puede hacer que perdamos el control absoluto de nuestro coche. Cuidado con los charcos.
Por ese motivo, la velocidad debe ser reducida un 10% más de lo habitual o unos diez kilómetros menos de lo estipulado por las señales de la autovía o de la autopista. Es importante señalar que cuanta más velocidad, más lluvia incidirá sobre el parabrisas. Por lo que nuestra visibilidad se verá reducida.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la distancia de seguridad. Debemos mantener una distancia de seguridad mayor de la habitual. Más o menos el doble de lo normal. El coche con lluvia no frena totalmente en unos cinco metros. No arriesgues cuando no es necesario. Presta especial atención a peatones, ciclistas o motoristas, ya que la lluvia reduce la visibilidad, aumenta la distancia de detección y provoca reacciones imprevisibles en el vehículo (pérdida de adherencia, riesgo de perder el control…).
En resumen, cuando la lluvia aparezca en la carretera es importante tener en cuenta:
1. Encender las luces de cruce, y las antiniebla en caso necesario.
2. Circular más despacio de lo habitual.
3. Doblar la distancia de seguridad.
4. Disponer de neumáticos en buen estado.
5. Mantener la precaución hacia el resto de conductores.