Las altas temperaturas perjudican algunos componentes mecánicos y el rendimiento de tu coche. Por eso, no olvides pasar por el taller antes de salir de viaje y comprobar el estado de los siguientes elementos para asegurar la máxima seguridad en carretera:
– Aire acondicionado. Las altas temperaturas favorecen el cansancio y la falta de atención al volante. Revisa el filtro y la carga de gas.
– Neumáticos. Este es el único elemento del coche que está en contacto con la carretera e influye por tanto en la adherencia y capacidad de frenada. En verano se incrementan los pinchazos y reventones debido a las altas temperaturas. Comprueba que los neumáticos tienen la presión correcta y que el dibujo supera los 1,6 mm para evitar estos imprevistos.
– Niveles de líquidos. Asegúrate de que todos los niveles de líquido están correctos: Aceite, líquido de frenos y líquido limpiaparabrisas.
– Frenos. Es el componente que más sufre con el calor, ya que las pastillas actúan por fricción y se someten a temperaturas muy elevadas.
– Batería. Es uno de los componentes que más falla. Antes de tu viaje, comprueba el nivel de carga.
– Amortiguadores. Su degradación perjudica de la estabilidad del coche. Deben cambiarse cada 4 años o tras 50.000 o 60.000 km.
– Correa de distribución. Si se encuentra en mal estado puede averiar múltiples piezas. Además, puede producir fallos en la combustión que aumente el consumo de combustible hasta un 20%.